Se suele decir que el hombre es un ser racional, esto no quiere decir que sea inteligente o no, sino que como la misma palabra dice, sea racional, pero ¿qué es ser racional? Es aquello perteneciente o relativo a la razón y, ésta, a su vez, es la facultad de discurrir. Bien, dejando claro ésto, somos capaces de discurrir lo que hacemos pero, en la mayor parte de las veces, no nos damos cuenta de sus consecuencias, luego esto quiere decir que somos un ser racional pero no inteligente, pues la inteligencia conlleva la capacidad de comprender o entender las cosas y éstas, a su vez, también conllevan la capacidad de asumir las consecuencias de los actos concernientes al hecho en sí.
Ahora abordemos lo que significa irracional, que tampoco implica inteligencia o ignorancia, es decir, es todo aquello que carece de razón. Ahora bien, la razón está sumida a unos límites impuestos por nosotros mismos, esto quiere decir que la razón no es sino un invento humano para poder entender las cosas y no llegar así a volverse totalmente loco por el conocimiento de la simplicidad del mundo, complicándolo de tal manera que llegue a ser interesante para el desarrollo de una vida próspera y fértil según nuestro punto de vista. Hemos desarrollado unos puntos de vista sociales y racionales a los que nos vemos sumidos debido a la imposibilidad de un desarrollo únicamente propio de nuestra conducta humana, así hemos llegado a establecernos como una sociedad casi
totipotente (que todo lo puede) para manejarnos a nosotros mismos según la racionalidad que nosotros vemos como normal o habitual pero, ¿seremos capaces algún día de ser seres totalmente consecuentes para así poder decir que somos seres inteligentes?
No nos juzguemos a nosotros mismos según el caparazón que tenemos autoimpuesto, sino que debemos dejar también aprender de los errores externos para poder mejorarnos. Aprender de los errores es lo más sabio, por algo existen éstos y por algo son necesarios.