domingo, 9 de marzo de 2008

La "democracia" como "mejor sistema" para el pueblo

El pueblo siempre ha sentido la necesidad de ser gobernado por alguien o algo que le dijese lo que hacer, algo supremo a lo que atender, ¿cómo si no nacieron las religiones? Las religiones nacieron, sencillamente, porque la gente necesitaba de un ser supremo que le dictaminase lo que debía hacer y a las razones que debía atender para ello mediante la mediación de unos sacerdotes que podían comunicarse con éste ser superior. Ahora bien, con el tiempo ésto se fue devaluando y se empezaron a crear grandes dinastías en las que se creía el poder de Dios en manos del hombre, el rey era el portador del poder de Dios y, por lo tanto, lo que él dijese estaba bien dicho, pues había sido elegido por poderes supremos a los entendibles por el hombre racional de aquella época. No mucho tiempo más allá del que se pueda imaginar se empezó a crear aquello a lo que tanto quieren muchos, pues ya lo decía don Francisco de Quevedo y Villegas: "poderoso caballero es don Dinero", y así es, pues todo se hace por él y por conseguirlo, hasta las más rastreras y asquerosas astucias son consentidas mientras se halle ese propósito mostrando así que el fin justifica los medios, al contrario de lo que dictamina nuestra moral; naciendo así la gran burguesía que hoy rige nuestras vidas. A la misma vez que esta burguesía, empezó a nacer un movimiento de proletariado y de levantamiento social que ha caracterizado los últimos siglos de la vida del hombre en la Tierra, una revolución que nos ha hecho llegar a un sufragio universal por el que todos somos iguales y capaces ante la ley y ante nuestros semejantes pero... ¿realmente somos semejantes? ¿todos ganamos lo mismo? ¿tenemos todos las mismas oportunidades? ¿vive igual un ministro que una persona de la clase baja? ¿y un senador? No señoras y señores, la democracia no existe, todos somos iguales ante la ley, sí, todos pagamos a Hacienda (bueno, casi todos, a excepción de algunos muy privilegiados o de otros que son opuestamente lo contrario), y nuestro voto cuenta, pero siempre el más fuerte es quién va a ir a intentar ayudarnos, el que va a decir que va a dar la cara por nosotros, aquel que se va a vender a la mínima al burgués más poderoso y que luego nos va a contar bulas tremebundas para tenernos contentos con unos pocos proyectos de ley que no palian nada de lo necesario mientras nos aumentan la carestía de vida y hacen casi imposible una holgura monetaria de nuestros ingresos, además de otras muchas cosas.

Señoras y señores, siento decirles que son engañados como perros que muerden la carne envenenada, como ratas que persiguen el queso en la trampa, solo son parte del juego, no les importan lo más mínimo a sus gobernantes, bueno sí, alguno habrá y para los otros solo les importa su presencia y sus votos, su voto más concretamente. No se dejen engañar por nadie, opinen por sí mismos, búsquense la vida pues nadie se la va a buscar a ustedes e intenten vivir a gusto con sigo mismos y con los que les rodean. Sean felices y no busquen la amargura de otros, solo hagan lo que crean mejor dejándose aconsejar pero cotejando los datos que se les ofrecen y no solo unos que les suministren en sus propias manos pues esos, seguramente, son los que estén manipulados.

Solo me queda decir: " La vida no es justa ni injusta, simplemente es" y por eso la debemos mejorar, para que sea como es, pero mejor, sin rencores ni odios, solo con alegrías. Sed felices y haced felices a los que os rodean, sin entrar en disquisiciones externas a los sentimientos personales.

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