martes, 11 de marzo de 2008

No recordar acomete una gran responsabilidad

Día a día, momento a momento, intentamos olvidar los malos momentos y pasarlo lo mejor posible; siempre creemos que es necesario no haber cometido uno u otro error pero, ¿que hubiera pasado si no lo hubiésemos cometido? Simple y llanamente no seríamos como somos hoy día, como alguna vez oí decir a alguien "somos la suma de nuestras experiencias", y también oí decir " de los errores se aprende", ambas máximas con las que estoy totalmente de acuerdo. Ahora bien, podemos aprender de nuestros propios errores pero, ¿y de los errores de los demás? Por supuesto que sí, considerando error a todo lo que vaya contra la ley moral del hombre y afecte a éste o a lo que le rodea de una forma psíquica, física, o físico-psíquica; así pues no debemos olvidar las grandes catástrofes de la historia como no debemos olvidar que no debíamos haberle hecho algo a un amigo sin quererlo o sin saber las consecuencias que ello podía acarrear. No debemos olvidar en un día como hoy los ideales equívocos de aquellos que atentaron contra gente, gente inocente que viajaba en transporte público para poder acometer su tarea diaría, para poderse ganar el dinero con el que llevarse el pan a la boca, para poder vivir un día más, aunque, aquel día hace ya cuatro largos años, no fue sino para marcar la contraposición de lo que todas estas personas, con las que ahora no podemos contar entre nosotros, iban a realizar ignorando lo que se les venía encima. No debemos olvidar nunca la historia, a aquel que no le guste la historia y que piense que es aburrida y no sirve para nada no tiene un concepto bien asentado de lo que es en realidad ésta para el pueblo, es como un arquitecto que constituye dónde deben ir los pilares de la casa, la situación de sus muros de carga, etc... y que poco a poco la va definiendo y construyendo; siempre hay mejores o peores arquitectos que intentan crear peores o mejores eficios, pero que siempre intentarán ser mejorados por sus sucesores en base a los errores cometidos por sus maestros y que ellos deben paliar, no sin olvidar lo que antes fallaba para poder remediarlo.

Con respecto a lo anteriormente citado, busco una reflexión ante lo que somos y lo que debemos hacer, debemos buscar el bien común sin olvidar los fallos de los que nos precedieron para así poder paliarlo de la mejor manera posible mediante la coexistencia de los pueblos y el entendimiento interracial, para así poder crear un mundo más puro y libre y en el que todos nos podamos sentir a gusto, sin tener miedo al salir a la calle, con la total y absoluta certeza de que no nos sucederá nada, pues todos los que nos rodean serían nuestros salvaguardas propios al igual que nosotros los suyos.

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